La proteína whey es una fuente de aminoácidos esenciales de rápida absorción. Ensayos clínicos y meta-análisis han demostrado que consumir 20–30 g de whey tras la actividad física activa la síntesis proteica muscular en un 25 % adicional comparado con no hacerlo (Ref). Esto promueve mejoras en fuerza y masa muscular, sobre todo en entrenamientos de resistencia o hipertrofia (Ref).
Aunque se habla del “anabolic window” (ventana anabólica de 30–60 minutos post-entreno) (Ref), estudios contemporáneos indican que el timing exacto es menos crítico que el volumen total de proteína diaria (Ref). Sin embargo, consumir whey después de entrenar sigue siendo una estrategia eficaz para aprovechar la sensibilidad muscular y optimizar recuperación y adaptación.
Recomendaciones prácticas:
- Toma ideal: 20–30 g de proteína whey después del entrenamiento.
- Alternativas: si no podés post-entreno, consumila dentro de las 2–5 h posteriores o antes de dormir.
- Complementá con total diario de proteína (1.6–2.2 g/kg/día según objetivo).
TIP: Evitá ultraprocesados y elegí versiones certificadas.